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Wolverine Farm ofrece un hogar para artistas y amantes de los libros

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Collegian | Ruby Secrest
Wolverine Farm Arts and Event Manager Chelsea Gilmore contributes to painting the Wolverine Farms staff mural Jan. 14. “We do this every year to root ourselves in how we want to approach the year,” Gilmore said. “This year, our theme is ‘Come back to earth.’”

Nota del editor: Puedes leer la versión en ingles de este artículo aquí.

Traducción de Ash Higgins

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Las estanterías se alinean en las paredes y pasillos de Wolverine Farm Publick House [Casa pública de Wolverine Farm]. Vienen acompañados de arte y plantas por todo el edificio, y los olores persistentes de la comida y las bebidas les dan la bienvenida a los clientes que vienen a visitar.

Sin embargo, la energía que se siente al visitar Wolverine Farm es el punto clave de venta del negocio. Aunque visites por primera vez o regresas después de años de lealtad, este espacio ofrece un ambiente tranquilo y benévolo para todos los amantes de los libros.

“Cada año parece estar más ajetreado que el anterior, pero lo que resulta ser este espacio por sí solo siempre parece atraer a gente muy interesante”, dijo Chris Jones, un empleado de Wolverine Farm que comenzó a trabajar en la cafetería y librería sin ánimo de lucro hace aproximadamente dos años y era un cliente regular por muchos años antes. “Siempre viene gente maravillosa: gente creativa, agradecida y que aprecia la energía que hay aquí. Es un lugar donde puedes entrar y siempre hay cosas y conversaciones diferentes”.

Wolverine Farm es un negocio multifacético ubicado unas pocas cuadras de Old Town Square. El establecimiento es más conocido como cafetería, restaurante y librería y celebra múltiples eventos durante todo el año. Esto incluye una noche cada mes de micrófono abierto para la poesía cada tercer martes del mes y la música en vivo de 6 a 8 p.m. casi todos los miércoles.

Pero en esencia, Wolverine Farm es una organización literaria y artística sin ánimo de lucro que publica obras locales en forma de libros y periódicos. La primera publicación fue lanzada en 2003 por el dueño Todd Simmons, y más tarde, en 2005, las ediciones se vendieron en una librería administrada por voluntarios dentro de la cafetería Bean Cycle, y desde entonces la editorial se mudó a su ubicación actual, donde ha podido crecer durante los últimos ocho años.

“Me encanta este lugar”, dijo Chelsea Gilmore, directora de artes y eventos de Wolverine Farm. “Es un pequeño centro hermoso para el arte, la gente y todas las cosas buenas”.

Todo, desde las diversas instalaciones de arte hasta la librería y la pequeña sección de regalos locales de proveedores locales, es una colaboración entre los empleados y Simmons, quienes trabajan juntos para crear un ambiente artístico y académico. Simmons dijo que se ha acercado la creatividad en el edificio al averiguar qué habilidades tienen sus empleados y clientes y luego “apartándose de su camino y (permitiéndoles) hacer lo que mejor saben hacer”.

Aparte de la hermosa superficie de Wolverine Farm, la organización sin animo de lucro se ha mantenido fiel a sus valores fundamentales por casi 21 años. Todo lo que hay en su espacio público, inclusive la cafetería y la librería, se usa para financiar su editorial. La empresa ha visto múltiples publicaciones exitosas, como “Matter Journal”, “Boneshaker” y “Fort Collins Courier” y los proyectos especializados se manejan caso por caso.

La empresa también participa activamente en la comunidad de sostenibilidad medioambiental en Fort Collins. Este año, intenta poner a prueba un programa de vasos reutilizables que esperan implementar por toda la ciudad en el futuro.

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“No diría que he tenido un plan muy tradicional para Wolverine Farm”, dijo Simmons. “Si tuviera que resumirlo sería, sigue la curiosidad y la inspiración, y haz las cosas que te encantan. Eso es lo que seguimos haciendo 21 años después”.

La calidez del ambiente del edificio y el compañerismo fomentado por los empleados – junto con el negocio de de la empresa que continúa honrando el medio ambiente, los principios sociales y personales y la ética a lo largo del camino – han creado un ambiente muy acogedor y creativo para sus clientes. Esto ha animado a los clientes habituales que vienen a trabajar, leer y visitar a otros.

“Siempre animo a que la gente venga”, dijo Jones. “Si tu conoces alguien que lee esto y no ha ido a Wolverine antes… simplemente compruébelo por sí mismo. Realmente es un lugar tan especial”.

Comuníquese con Ruby Secrest en entertainment@collegian.com O en Twitter @CSUCollegian.

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