Nota del editor: Puedes leer la versión en ingles de este artículo aquí.
El 27 de junio la Corte Suprema de los Estados Unidos dictó que la expresión amenazadora sin intención no es un crimen por el cual puede encarcelarse, según una comunicado de prensa de Unin Americana de Libertades Civiles.
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Al principio en Colorado, cualquier expresión amenazadora que causara que un individuo sintiera que estaba en peligro era causa por acción legal.
En la decisión reciente de 7-2 con respecto a Counterman v. Colorado, autorizado por la jueza Elena Kagan, se decidió que la ley previa era una violación del Primer Enmienda. Eso significa que el intento del acusado necesita examinarse para determinar si es una “verdadera amenaza.”
Este caso tiene relevancia personal para algunos estudiantes de la Universidad Estatal de Colorado (CSU), los cuales tuvieron muchos encuentros aterradores con una presencia de las redes sociales qué pasó por el nombre Kiera. Jen Buthman, una estudiante de segundo año en CSU, ha estado involucrada con un caso de acoso desde enero de 2023.
“Empezó como una cuenta de Snapchat bajo el nombre de ‘Kiera’ con una avatar de una chica rubia, y él nos encontró a través de la comunidad de la clase del año 2026 en CSU de Snapchat,” dijo Buthman. “Nadie sabía quien era—solo era ‘Kiera.'”
Antes de que empezara el acoso, Buthman y su compañere de cuarto, Kallie Jost, sabían que era una account de trolling porque el individuo enviaba mensajes irrespetuosos y reposteaba imágenes con palabras odiosas adjuntadas.
Los mensajes que Kiera le envió a Buthman escalaron cuando empezó a contactarse a diario, preguntándole cómo le había ido el día. Cuando Buthman no respondía, se volvía furioso, llamando a Buthman y Jost nombres agroces y amenazandolos con violencia física. Buthman describió el primer encuentro con Kiera que le hizo sentirse amenazade y que resultó en su decisión de contactar a la policía.
“Subí una imagen de mi carro a mi historia—no mostraba mi placa,” dijo Buthman. “Solo era la ventana posterior de mi carro que decía ‘mamador de vergas.’ Solo posteé, ‘¿por qué?'”
Más tarde ese día, cuando Buthman regresó a su carro, encontró las palabras “Kiera está aquí” escritas en la puerta al lado del conductor.
“Una vez que denuncié el incidente a la policía, bloqueé a la cuenta de ‘Kiera’, y regresé a mi carro para encontrar notas otra vez debajo de mi parabrisas,” dijo Buthman.
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Las notas por Kiera debajo su parabrisas negaron el vandalismo del carro de Buthman y exigían que dejara de bloquear su cuenta.
Buthman no era la única persona a quien Kiera acosó y hostigó.
“Había una incidente en que Kiera me envió un mensaje cuando estaba en un centro comercial en Lone Tree y siguió con una descripción de la ropa que llevaba, la que llevaba mi mamá y la que llevaba mi papá,” dijo Jost. “Busqué por todos lados para tratar de encontrar a este personaje rubio ‘Kiera’, pero no vi a nadie.”
Después de dos o tres semanas, la policía descubrió que el hombre que dirigía la cuenta se llamaba Tyler Kindred, un estudiante de CSU que vivía fuera del campus de la universidad. Kindred fue encarcelado por dos días antes de que su fianza fuera pagada.
“Nosotres no teníamos ninguna idea de quién era,” dijo Buthman, hablando por elle y Jost. “Nunca habíamos visto a ese hombre, ni hablado con él. La única vez en que lo hemos visto fue en el tribunal.”
En el tribunal, Buthman dijo que la defensa entera de Kindred era que “solo era un chiste.” Esta reciente decisión de la Corte Suprema justificaba esa explicación como viable.
“Durante toda la audiencia, Kiera sonrió con satisfacción, se rió y clavó los ojos en nosotres,” Jost dijo. “Jen se sentía extremadamente incómode, pero francamente, yo estaba furiose.”
Los patrones repetidos del acoso de Kindred y su rechazo de dejar de enfrentarse a Buthman resultó en una orden de alejamiento.
Terminó encarcelado por segunda vez después de violar la orden de alejamiento al entrar a Corbett Hall, dondé vivieron Buthman y Jost el año previo.
“Por resultado del fallo de la Corte Suprema, ese delito grave de acoso se descartará completamente de sus antecedentes penales,” dijo Buthman.
Buthman dijo que la falta de consecuencias por las acciones de Kindred le frustra. Su única repercusión es su suspensión de CSU, pero Kindred está en el proceso de apelar contra de esto para qué pueda asistir a la universidad en agosto.
“Estoy un poco aterrade de regresar a universidad porque todavía manejo el mismo carro, y ahora sé que sabe en cuál complejo de apartamentos vivo,” dijo Buthman.
Antes de que empezara el acoso, Buthman publicó una búsqueda por un compañere de cuarto para su nuevo apartamento empezando en agosto, y “Kiera” respondió, ofreciéndole su residencia.
“En general, este cambio de ley me horrorizó,” dijo Buthman. “He sufrido incidentes con acoso en el pasado, y básicamente lo hace legal, y no hay nada que se pueda hacer.”
Enviar un correo a Alex Hasenkamp a news@collegian.com o encontrarlo en Twitter @alexhasenkamp.