Nota del editor: Puedes leer la versión en ingles de este artículo aquí.
La experiencia académica de un Ram en el extranjero por el programa Semester at Sea
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El viento fresco y energético me corre por la cara al instante que salgo a la cubierta del barco MV World Odyssey. El océano Índico, con sus olas cafés y onduladas formando cimas, se extiende hacia el horizonte. El sol sale poco a poco mientras sus rayos vibrantes son ocultos por la neblina. Parece un foco anaranjado brillando sobre el agua.
La niebla oscura y densa envuelve la tierra. Los estudiantes y los profesores llenos de emoción se acercan a la barandilla de la cubierta a platicar y tomar fotos. La anticipación enciende el ambiente mientras el barco se deja llevar hacia Mumbai, India– la primera parada en nuestro recorrido por el mar que durará 4 meses.
El estudiar por el extranjero con el programa Semester at Sea ha sido la aventura más grandiosa de mi vida. Poder viajar a varios países mientras vivía en un barco convertido en un colegio creó un maravilloso balance entre ser estudiante del salón y del mundo.
Empezamos en Dubai, Emiratos Árabes Unidos y después viajamos a la India, Kenia, Jordania, Chipre, Grecia, Croacia, España, Marruecos, y Portugal. Cada día estuvo lleno de experiencias y oportunidades extraordinarias. Nos aventuramos por las sabanas y observamos las cebras en el parque nacional de Tsavo en Kenia. Caminamos por una de las maravillas del mundo, la majestuosa estructura de color rosa, Treasury en Petra, Jordania y hasta pudimos admirar la arquitectura gloriosa de la basilica La Sagrada Familia en Barcelona, Espana.
Había pensado que viajar lejos iba a complacer mi deseo de viajar. En cambio, mi deseo solo ha crecido. He descubierto que al aprender y escuchar de las historias de tanta gente y lugares increíbles, uno se queda con más preguntas que respuestas. Pero eso es algo bueno– eso significa que hay hasta más lugar para desarrollarse y cambiar y aprovechar oportunidades increíbles.
A pesar de lo que algunos piensen, si nos presentamos en clase y también completamos tareas en el crucero. Pero hasta completar nuestras tareas fue una experiencia excepcional. Fue surreal poder mirar por la ventana y ver el gran mar azul, y escuchar el constante ruido de las olas y el viento, y sentir el vaivén suave mientras estudiaba.
Además, mi experiencia en el extranjero fue única porque pude aplicar las cosas que aprendía en el salón a mis aventuras por el mundo. Me atrevia ir más allá de las atracciones turísticas para ver y aprender sobre la vida local, la cual es bastante distinta a la vida Estadounidense.
Cada curso que se ofrecía en el crucero tenía una cierta clase relacionada con el extranjero, así los estudiantes tenían oportunidad de poder viajar mientras tomaban sus clases. Mi curso favorito fue la producción de videos. En este curso, fuimos al Instituto Especializado en Cine y Audiovisuales en Rabat, Marruecos. Ahí colaboramos con los estudiantes de películas locales y medios para crear un cortometraje.
Juntos filmamos y creamos el equipo y me dieron la oportunidad de ser actriz. Me encantó el conocer a estudiantes de varios países porque entendí que seguimos siendo bastantes similares. Al fin del dia, acababamos charlando y carcajeando como si nos hubiéramos conocido desde hace tantos años.
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La comunidad con la que viajé en el barco fue lo que me hizo sentirme en casa y más segura de viajar a lugares extranjeros. Algunos de mis recuerdos favoritos son ir por unos batidos por la piscina con mis nuevos amigos o estudiar y pasar el tiempo en los comedores y la biblioteca con mis compañeros, y jugar a las cartas con otros estudiantes que pronto se volvieron mis amigos. Aunque apenas agarramos servicio celular, jamás me sentí sola o aburrida.
Poder interactuar con mis profesores dentro y fuera del salón hizo que viera a mis profesores como mis amigos igual que mis mentores, y la mayoría de ellos también aprendían al igual que nosotros. Además de que el personal estuvo a cargo de cocinar y limpiar y mantenernos seguros, también se esforzaron por aprender nuestros nombres y saludarnos en los comedores.
Semester at Sea me dio los recursos y la libertad de viajar, aprender, estimular mis intereses y curiosidades. Durante el viaje, me di cuenta que mi pasión es documentar el contenido sobre el viaje internacional. Desarrollé mi portafolio y pude tomar mi habilidad en fotografía y escritura al próximo nivel como fotoperiodista.
Mi experiencia en el extranjero expandió mi punto de vista del mundo, transformó mi mentalidad personal, inspiró mis creatividades, y en fin, cambió mi vida por el bien. Estoy más que agradecida por haber embarcado en esta aventura.
Para ver fotos, videos, y más información sobre mi viaje por el mundo con Semester at Sea, visita mi página travel blog online.
Conectate con Samantha Nordstrom por life@collegian.com o por Twitter @CSUCollegian.