Mota para conocer: ¿Significa algo la variedad o el tipo de cannabis?

Miles Buchan and Evan Bandor

Cannabis growth of wedding cake, an indica strain at the Organic Alternative growth facility Feb. 3.
Un cultivo de Cannabis- Wedding Cake, una cepa índica en las instalaciones de cultivo de Organic Alternatives en el 3 de febrero. (Collegian | Tri Duong)

Nota del editor: Puedes leer la versión en ingles de este artículo aquí.

Traducción de Evan Bandor

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Una de las primeras cosas que surge cuando se investiga en el mundo del cannabis es el tipo o cepa de cualquier producto. Se dice que saber si el cannabis es sativa, índica, o híbrido, junto con el nombre de la cepa informa a los consumidores del producto y su experiencia.

Sin embargo, mientras la industria del cannabis crece, es muy claro que este sistema de clasificación es demasiado simple y no ofrece una valoración acertada de los efectos de cualquier cepa de cannabis.

En total, hay tres tipos de cannabis, el sativa, el índica, y el híbrido, que históricamente se clasifican de esta manera porque hay diferencias en la apariencia de cada planta.

El sativa crece más alto y tiene hojas más delgadas mientras el índica crece bajo con hojas bajas y fornidas, y el híbrido es una mezcla. Otras distinciones entre estos tres tipos son de la cultura popular, que les asigna efectos diferentes a tipos diferentes.

El sativa ha sido considerado el más activo y energizante de los dos, el índica es conocido por su efecto sedante. En este ritmo, se puede suponer que los efectos del híbrido deberían estar en algún punto intermedio, pero los tres de estos grupos categorizados han sido muy tergiversados. Esto significa que si eliges una cepa porque es sativa, o por su nombre, es posible que no puedas predecir con exactitud los efectos.

En un estudio publicado en el “Journal of Cannabis Research”, se analizaron diferentes variedades genéticamente para examinar las distinciones y el componente químico de cada uno. El estudio descubrió que mientras las cepas tenían diferencias pequeñas en sus grupos genéticos, individualmente no corresponden al tipo sativa, índica o híbrido.

A pesar de la aceptación amplia de estos tipos como algo definido y consistente, hay muy pocos datos para apoyar sus efectos o sus componentes químicos, debido principalmente a la clasificación de drogas de la Lista 1 del cannabis.

Las leyes por todo el país siguen girando a favor del cannabis, pero las décadas de criminalización con frecuencia impiden que se analicen los tipos y cepas de cannabis utilizando metodologías científicas.

De la misma manera, se dice que las variedades de cannabis tienen cierta cohesión en términos de cómo una cepa en particular puede hacerte sentir. Las variedades de cannabis se nombran en función de su fenotipo y ascendencia, lo cual significa que si una cepa se cruza con otra cepa, el nombre de la nueva cepa será una combinación de sus dos plantas parentales. También es posible clonar una cepa de planta en particular. En este caso el nombre sigue siendo el mismo que antes.

Para los fitogenetistas, esta decisión es multifacética, pero la decisión de clonar una cepa o cruzar dos cepas se basa a menudo en los efectos deseados de la cepa por el consumidor. El problema es que este método de producción, distribución y comercialización asume un nivel de coherencia que aún no se ha demostrado.

En el estudio mencionado anteriormente, los investigadores encontraron que algunas cepas tenían composiciones genéticas significativamente diferentes, lo que quizá se debería en parte al etiquetado incorrecto o al empaquetado incorrecto de una planta con un fenotipo diferente. Sin embargo, este estudio también halló que en algunas cepas, se consideraba estable la composición genética.

Se complica la ciencia de las cepas por el hecho de que en los últimos años, la industria del cannabis ha crecido rápidamente, lo que significa un aumento masivo de nuevas cepas. La popularización de híbridos y cepas novedosas sigue difuminando los límites existentes entre sativa e índica, diluyendo efectivamente cada reserva genética.

Se ha demostrado que se pueden cultivar algunas cepas por separado en ambientes controlados para mantener su perfil distintivo de cannabinoides y terpenoides de una manera que es altamente reproducible.

Esto sugiere la posibilidad de estandarizar el contenido químico de cannabinoides y terpenoides dentro de una cepa dada en un ambiente controlado. El hecho es que muchas cepas no se cultivan en ambientes controlados. Por lo tanto, son susceptibles a inconsistencias en la composición química y pueden tener efectos inconsistentes.